Comienzo con una serie de entradas relativas a los hábitos de alimentación. Y como por algún sitio hay que empezar, lo haremos con el desayuno que por algo es la primera comida del día.
Que el desayuno es la comida más importante del día ya lo hemos escuchado, ¿verdad? El refranero español nos lo dice también "desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo". ¿Hacemos caso?
Pues sí, el desayuno es una de las comidas más importantes del día y sobre todo una de las más importantes a la hora de la educación nutricional, sobre todo de los más pequeñ@s de la casa. El desayuno, que tomamos tras el mayor ayuno del día, que cierto es que durante la noche no gastamos excesiva energía, pero sí que existe un desagaste y sobre todo un "parón" metabólico, que hace necesario que por la mañana reactivemos y sobre todo, que recuperemos energías y recarguemos para el día que comienza.
¿Y qué tenemos que desayunar? Aquí vemos variedad de costumbres según el país o incluso la región. Por Andalucía se estila lo que se viene a llamar el desayuno moliero, que consiste en leche y tostadita con aceite de oliva (con tomate, jamón o solo). Si a esto le unimos una pieza de fruta o apurando un zumo de naranja natural en mi opinión tenemos una manera estupendísima de comenzar el día. En general para saber qué debemos desayunar os diría que fuéramos a las recomendaciones (por ejemplo, la pirámide de la dieta mediterránea).
Mi consejo es sin duda que dediquemos al desayuno el tiempo que se merece, que no salgamos de casa con el estómago vacío o con tan solo un café. El desayuno también es cuestión de hábito y por ello os animos a quienes "no podéis tomar nada recién levantados", que os levantéis antes, que encontréis la manera de parar a desayunar y sobre todo que lo que tomemos sea de calidad. De calidad nutricional, obviamente. Mi consejo: cereales, lácteos y fruta fundamentalmente. La forma de tomarlo ya os la dejo a vosotros. Cereales de desayuno (mejor los integrales y no manufacturados, ya hablaré de esto en otro post) o pan en sus diferentes presentaciones, bollería con moderación y preferiblemente la casera. Lácteos como leche o yogur fundamentalmente. Fruta en forma de zumo o una pieza entera. Aquí también os diría que si hacéis un desayuno y luego como es recomendable otra ingesta a media mañana, repartáis los alimentos entre ambas. También recomendables a media mañana fiambres magros y queso fresco.
Y sobre todo aquellos que sois papis y mamis, enseñad a los más pequeños la importancia del desayuno. Y una de las mejores enseñanzas es la que se hace con el ejemplo, así que os animo que desayunéis en familia y lo hagáis de la mejor de las maneras.
Acostumbraos a desayunar bien, os aseguro que lo notaréis. El rendimiento intelectual y físico mejora considerablemente y sobre todo, estaremos aprendiendo a alimentarnos bien y de seguro que nuestro cuerpo lo agradecerá.
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