Aquí va la primera entrada del año nuevo. Ante todo, desearos que os vaya estupendamente, que os acompañe la salud y el amor y que comencemos a remontar en el tema laboral/económico.
Comienzan ahora como es costumbre, los buenos propósitos. Entre los más "demandados" están los de perder peso y hacer ejercicio. Pues bien, empezando por el principio deciros que ya es bastante proponérselo, ahora queda lo más difícil que es cumplirlo.
Mi consejo es que comencéis poco a poco, vaya a ser que con las ganas iniciales nos quedemos sin más ganas a medio camino. Hay que empezar por tomar la decisión de manera seria y ahora toca ver el cómo.
En lo que respecta al ejercicio, empezar por incrementar en cierta medida nuestra rutina física, si la tenemos. Si no existe, empezar por elegir una hora del día y comenzar a caminar a buen ritmo, irse a nadar, coger la bici... lo que más nos apetezca. En esto es importante que elijamos bien el cuándo hacer el ejercicio y sobre todo cuál. Importante elegir algo que nos guste y sea factible para nuestro ritmo de vida, para no tener que hacer grandes sacrificios. Pero es importante cumplir, tenemos que hacer hueco en nuestro día a día para cuidarnos y no hay nada mejor que la actividad física.
En el tema de la dieta mi consejo es que no os lancéis de cabeza en manos de dietistas, que primero toméis la decisión valorando a lo que os vais a tener que enfrentar. Este mes es típico de retomar dieta y gimmasio y por desgraciano tod@s llegan hasta febrero. Lo más importante de una dieta (siempre que no sea prescrita por patología) es que sea realizable. Con esto quiero decir que es importante que la dieta que hagamos se ajuste a nuestra persona, no solo por las calorías, sino por nuestros hábitos, gustos o costumbres. Lógicamente, algo habrá que cambiar porque si lo hiciéramos todo estupendamente probablemente no habríamos aumentado de peso, pero de nada sirve cumplir al dedillo una dieta con alimentos o preparaciones que no nos gustan - pero que aún así la hacemos con sacrificio- si una vez conseguido el objetivo volvemos a la dieta anterior. O peor aún, ante las dificultades para seguirla la abandonamos antes de lograrlo, o empezamos a tener ansiedad con la comida.
Por eso, os animo a que os dejéis asesorar nutricionalmente (aquí me tenéis para ello) y sobre todo, que aprendáis a comer bien, que os sirva la dieta para reducir esos kilos de más y para adquirir unos hábitos alimenticios saludables. Os aseguro que una dieta saludable unido a ejercicio físico, logran grandes mejoras no solo en lo que nos diga la báscula, también en cómo nos sentimos.
Adelante con enero pero... ¡despacito y con buena letra! Saludos.
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