Como os dije aunque no soy anfitriona, sí que llevo diferentes aperitivos y postres a los eventos. Pero como tambíén os dije, no los hago con antelación suficiente para poderlos publicar. Pero hay una receta que sí que he hecho en varias ocasiones y que haré de nuevo este año nuevo. El roscón de reyes.
Lo mío con el roscón ha sido de siempre... Me encantaba, era el mejor colofón a la navidad. Mis padres siempre me decían que hay que ver que cosa tan simple y que solo la hubiera una vez al año. Claro, ya fui yo creciendo y en estas me embarqué, a tener roscón cuando se me apeteciera, sin tener que esperar a reyes.
Los comienzos no fueron del todo fáciles, a mí no me gustaba lo que me salía y aunque los demás (pobres!) lo comían gustos@s, yo sabía que no era lo que tenía que ser. El trabajo me llevó por suerte a trabajar en obradores de pastelería y en esto, como en otras cosas, poder aprender más sobre este dulce. Con estas experiencias, internet y varios intentos al final conseguí el resultado que hoy os presento. He de deciros que no es invento mío, es calcadita la receta de webos fritos, que como os digo, tras muchas pruebas ha sido la que me ha dado el mejor resultado y con harinas de El Amasadero, que son buenísimas y que para este dulce en particular para mí imprescindibles.
Con esta receta os sale un roscón grande (tamaño bandeja de horno), o dos más pequeños.
Ingredientes:
- Para el fermento inicial:
- 70 gramos de leche templada.
- 10 gramos de levadura fresca.
- 1 cucharadita de azúcar.
- 130 gramos de harina de fuerza.
- Para la masa principal:
- 450 gramos de harina de fuerza.
- 70 gramos de mantequilla.
- 60 gramos de leche.
- 120 gramos de azúcar glass (con la ralladura de medio limón y media naranja).
- 2 huevos.
- 20 gramos de levadura fresca.
- 20 gramos de agua de azahar.
- 1 Pellizco de sal.
Siguiendo literlamente la receta de la que procede. Comenzamos preparando el fermento inicial, que se hace mezclando todos los ingredientes hasta hacer una bola. A continuación, se mete en un bol con agua templada, se tiene ahí hasta que flote, momento en que se saca.
Yo empiezo por el fermento inicial y mientras coge humedad voy preparando el resto de la masa principal.
Comienzo desmenuzando la levadura con la harina, a continuación le añado los huevos, la mantequilla (blandita), la leche, el azúcar con la ralladura de cítricos y el agua de azahar, se va amasando y a continuación se le añade el fermento inicial que hemos preparado antes (que ya había salido "a flote"), la harina y la pizca de sal. Todo esto se va amasando hasta que consigamos una masa uniforme. Entonces se deja reposar en un bol (que yo unto con un poco de aceite de girasol) en un lugar sin corrientes y a ser posible no muy frío. Aquí lo tendremos hasta que doble volumen, tiempo que dependerá del frío que haga (pero si lo hacemos en invierno, las 3 horas las supera seguro).
Pasado el tiempo de fermentación, es momento de darle forma al roscón. Untamos la encimera con aceite de girasol (en este tipo de masas es mejor ya que no aporta sabor a la misma), y amasamos, es el momento de dar forma al roscón. Si vamos a hacer dos roscones con esta masa, es el momento de dividirla y de nuevo formar una bola. Con la bola hecha, hacemos un agujero en el centro de la masa y vamos abriéndola hasta hacer un rosco. Estiradlo sin miedo, para que el agujero central quede bien abierto. Una vez formado el rosco, lo depositamos en la bandeja de horno cubierta con papel de horno o siliconado. Lo pincelamos con un poco de leche, lo cubrimos con film transparente y lo dejamos de nuevo reposar. Aquí el tiempo igualmente depende de la temperatura pero lo normal es que con un par de horas se suficiente.
Aquí tenéis uno grande y uno pequeño, para que veáis la diferencia de tamaño. Para el grande sería la masa íntegra y para el más pequeño, la dividiríamos en dos. |
Pasado el tiempo de esta segunda fermentación, decoramos con fruta escarchada, azúcar mojada, almendra granillo, guindas.. lo que más nos guste. Es importante aquí que no manipulemos mucho la masa, no se os ocurra abrirla, aplastarla ni nada por el estilo, de hecho el poner la fruta y pincelarlo debe hacerse con mucho cuidado para que el aire que tiene la masa no lo pierda.Pintamos con huevo batido y leche y metemos al horno (que habremos precalentado a 200ºC.
El tiempo de horneado es aproximadamente de 20 mintos a 200ºC calor por arriba y por abajo y los últimos 5 minutos dejamos calor solo por abajo y bajamos a 180ºC. Si vemos a mitad de tiempo que se está dorando mucho, lo podemos tapar con papel de aluminio.
Una vez lo hayamos horneado, lo dejamos enfriar y podemos consumirlo así o ya rellenarlo con lo que más nos guste (crema pastelera, nata, trufa..).
A ver si os animáis y me contáis qué tal la experiencia. Este que os pongo es del año pasado, a mi pesar este año aún no he conseguido sacar uno en condiciones, pero espero lograrlo antes del día 5. Es lo que tiene cambiar de horno, que tenemos que acostumbrarnos el uno al otro. ;).
Lo dicho, FELIZ ENTRADA en el 2012. Y Felices Reyes. Yo volveré pero después de estas fechas. Así que no me abandonéis, que el 9 de enero vuelvo a la carga. Un abrazo.
Uhmmm...a mi me vas a tener que invitar a probarlo, porque lo de atreverme a hacerlo, después de que a ti este año no te ha salido en condiciones, como que no...Por cierto, ¿donde compras el agua de azahar?
ResponderEliminarMigueli no seas cobarde! Inténtalo! En mi defensa he de decir que hoy mismo me he vuelto a atrever y ya nos hemos entendido mi horno y yo! Así que no valen excusas.
ResponderEliminarRespecto al agua de azahar la compré en corte inglés, es de la marca vahiné, de todas maneras si no la encuentras, en vez de media naranja y medio limón los rallas enteros y tienes más sabor cítrico.
¡¡hummm!! que rico.. hay quien no se le cree, pero todavía no he hecho ninguno.
ResponderEliminarGracias Chary por tu comentario. Pues te animo a que lo hagas, yo desde que "dí con la tecla" no he vuelto a comprar uno y sobre todo es que ya me gusta más los que hago yo. Y a mi favor diré que no soy la única ;).
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