lunes, 16 de enero de 2012

El pan nuestro de cada día

Eso reza la oración. Y esta es una de mis peleas más cotidianas, me declaro aquí en público, yo confieso: quiero al pan.
 
Pan cateto

Ya vimos la pirámide de la dieta mediterránea y como ya dije, hay muchas representaciones que hablan de frecuencias de consumo y grupos de alimentos, en todas ellas los cereales son fundamentales. Y el pan es un producto con base de cereales y por tanto, entraría también entre los alimentos básicos y de frecuencia de consumo diario.

Entonces ¿porqué se demoniza tanto el pan en las dietas? Esta es una de mis grandes dudas, al igual que lo de la fruta y su poder "engordante" según se consuma antes o después de las comidas (...). Solo deciros que el poder calórico de un alimento (las calorías que nos aportan) nos las aportan independientemente de cuándo lo tomemos. Ese es otro tema, que ya abordaré. El pan, muchas veces he escuchado el comentario de "he perdido  xxx kilos, lo más importante decirle adiós al pan". Y si para colmo, dejando de consumir pan mientras hacemos dieta resulta que se baja de peso, he aquí la conclusión, ¡el pan engorda! Claaaro. Es que somos de conclusiones rápidas.

Pues nada, mi consejo es que consumamos pan a diario. Sí, todos los días. Porque es una excelente forma de consumir hidratos de carbono procedente de cereales y porqué no, porque hay comidas que sin pan no son lo mismo. Seguro que se os vienen muchos ejemplos  a la cabeza.

Entonces hemos quedado que pan a diario, vale, ahora el tema es ¿QUÉ PAN? Me aterra el tema del pan precocido, de las barritas calientes y del pan a céntimos. No porque me guste lo caro, no, me aterra porque pienso cómo lo harán o qué harán para poder sacar el producto a ese precio. La mejor prueba de la "calidad" de este pan la tenemos en que genial cuando lo compramos, pero no osemos dejarlo para la noche o peor aún, para el desayuno del día siguiente. Eso sí que es un acto de fe.

No soy tan mayor pero recuerdo cuando comenzó el boom del "pan calentito". Cómo entraron las baguettes precocidas en nuestras vidas y cómo sin darnos cuenta se han adueñado de nuestra vida diaria. Oh sí, yo puedo decir que recuerdo bajar a comprar el pan con la talega y también recuerdo el que no hubiera pan los domingos y se tuviera que guardar bien guardado la ración doble que se compraba el sábado, para que al día siguiente estuviera bien. Como digo, no soy lo suficiente mayor como para  recordar con exactitud cómo era ese pan, pero sí recuerdo estas cosas y solo por eso, creo que ese pan era mucho mejor que la gran mayoría del que se consume hoy en nuestros hogares.

He estudiado tecnología de los alimentos y no reniego de esta, me encanta que la tecnología haya avanzado lo suficiente para poder liberar a los obradores de panadería de las noches, que se pueda sacar mucho más producto del que se podría hacer si no se hiciera precocido, se congelara, etc. Me gusta todo eso y me parece estupendo que haya esa oferta. Lo que me da rabia, pero una rabia enorme, es ver cómo es  este pan que nos venden, que cada vez sea más difícil encontrar pan "pan", pan que sepa a eso, que tenga la miga y la corteza que debe tener y sobre todo, que al día siguiente de comprarlo se comporte como debe hacerlo un pan y no una piedra o corcho en su defecto. Y ojo, que creo que es posible compaginar panes precocidos de muy buena calidad, que también los he probado, pero que por desgracia no es lo que abunda.

Pienso que somos los consumidores los que hacemos que se mueva el mercado hacia una u otra dirección. En esta ocasión me da la sensación de que sin darnos cuenta estamos perdiendo uno de nuestros productos estrella gastronómicamente hablando, al rendirnos a panes baratos pero de peor calidad, organoléptica (textura, sabor, olor) y nutricionalmente hablando.

Nutricionalmente qué puedo decir. El pan básico es harina, agua, levadura y sal. Leed las bolsitas o los papeles del pan que compráis, leed la composición nutricional si la lleva o preguntad qué pan compráis. Es como el pan de molde industrial, sí, se llama pan, pero leed la composición nutricional (mirad fundamentalmente la cantidad de grasas) y comparadlo si queréis con otro pan aunque precocido, a ver quién gana.

Estoy convencida de que en no muchos años el pan artesano será un artículo de lujo y entonces sí que habrá que pagarlo. Y sobre todo me aterra que un producto tan cotidiano esté en manos de grandes empresas, que pase por tantos caminos y sobre todo, que su precio lo marquen estas. Miedito me da cuando no hay opciones.

No sé si tenéis que decir algo respecto a este tema pero sí os comento que cada vez más escucho en mi entorno que no hay pan en condiciones. Por suerte para mí, desde hace un tiempo resido en una localidad donde aún hay panaderías artesanas, donde aún se puede comprar pensando en comerlo al día siguiente y donde aún, puedo usar mi talega (pinchad).

Este tema del pan es el que me ha hecho ir probando a hacer pan en casa, he de deciros que ahora consigo resultados más que aceptables aunque los comienzos fueron un poco desastrosos. Tampoco hace unos años era tan fácil encontrar la información de cómo hacer pan como ahora (bendito internet y blogs), encontrar los ingredientes (harina de fuerza o levadura) y sobre todo la necesidad de hacerlo. Que yo recuerde ya en el año 2000 practicaba  con el pan casero, pero entre que la harina no era lo que debía ser y que el horno tampoco sabía bien cómo controlarlo de temperatura los resultados fueron más que feíllos. Pero hoy día creo que es relativamente fácil sacar panecitos aceptables y sobre todo, ir probando y ver que es posible y la satisfacción de comer un pan hecho por uno mismo. Os animo a que lo hagáis. Recetas encontraréis muchas, yo como os digo iré colgando algunas que me dan buenos resultados, pero en la red hay multitud. Al final acabaréis sabiendo cómo está la masa solo al tocarla, esa será la mejor señal de que lo habéis controlado.

De momento solo voy a abrir apetito con algunas fotos. Más adelante pondré las recetas. Os pongo las fotos para que sepáis que si yo he sido capaz, vosotr@s también lo sois.


Pan de hamburguesa

 
Pan de molde
De todas maneras comprendo que no tod@s queréis ni podéis meteros en estas preparaciones, pero lo que sí quiero es animaros a que consumáis pan y que este sea de calidad, que está en nosotros como consumidores la opción de elegir lo que queremos y hemos de pedirlo.

¡Saludos y que aproveche!

5 comentarios:

  1. Prueba el de mi pueblo (Villanueva de Córdoba), eso si es pan "pan", el que se puede comer al día siguiente. Yo compro tres panes grandes, le digo que me lo partan en rodajas y asi sobreviven mis desayunos XDDD

    Un beso!!

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    1. Gracias Migueli! Me alegra ver que te tengo como fiel seguidora ;). A ver si nos vemos pronto. Besitos!

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  2. Excelente post. Hay que salir en defensa del buen pan, que ya queda poco. Seguiré tus posts.

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    1. Gracias Charo! Como te dije hace unos años descubrí tu blog y "El club de la talega" y claro, al escribir este post eras referencia ineludible. Un saludo!

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  3. Tienes razón Fátima. Es casi imposible encontrar en el mercado pan tradicional elaborado con ingredientes naturales, es decir, harina de cereales 100% y no un mix con enzimas, emulgentes, acidificantes, etc. Por eso, desconfia de aquel etiquetado que no incluya aditivos. Aún recuerdo el olor del pan recién hecho en el horno de leña de la panadería del barrio de mi abuela (c/ Horno 24 en Santa Marina)

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