Hola de nuevo a mis fieles lectores, pido perdón en primer lugar por mi larga ausencia por estos lares. No tengo excusa así que solo deciros que vuelvo con la intención de no hacer nunca más una pausa tan larga. Espero que a pesar de ello sigáis ahí, os lo agradezco.
Este post lo he titulado "Ni tan bueno, ni tan malo" porque esta frase es lo que me inspira cuando trato el tema de la industria alimentaria.
Soy Lda. en Ciencia y Tecnología de los alimentos, que para quien no lo sepa trata de los alimentos en todas sus vertientes, tratando también la de la tecnología, es decir, de procesos industriales. Nada que ver con una ingeniería, ok, pero sí nociones más o menos básicas sobre las principales tecnologías, sus aplicaciones y su utilidad. Y como lo he aprendido, y como me gusta, no puedo echar tierra sobre mi propio tejado y amparar la vertiente de No a todo lo industrializado. Empezando porque ese No es totalmente viable y lo respeto, pero no siempre los motivos me parecen justificados.
Por otro lado, en mi formación de Máster como Nutrición y Dietética Humana, conozco también los principios de la nutrición, qué puede ser más saludable y qué puede serlo menos y en este sentido os digo, que no choca estos conocimientos en absoluto con los anteriores de ciencia y tecnología de los alimentos.
Y luego ya, como consumidora de alimentos, compradora, elaboradora y conservadora también tengo mi propia opinión, por supuesto amparada por los conocimientos previos y por supuesto también influenciado por la experiencia propia.
Como veis, la cosa ronda en el tema de la alimentación y en ello me muevo a diario. Pues bien, el tema de los alimentos industriales, procesados o como queramos llamarle, aparece no pocas veces en mi conversación cuando hablo con grupos de personas y aparecen las "dudas" que se suelen ocurrir preguntar a alguien que parece conocer la materia ;). Y parece increíble, pero en estas es cuando me encanta haber estudiado lo que he estudiado y haberme movido profesionalmente por donde lo he hecho. Porque de todo, de todo se aprende.
¿Y a dónde quiero llegar? Pues quiero llegar a explicar el porqué del título de esta entrada, que ni tan bueno ni tan malo. Sin entrar en valoraciones personales, he de decir que debemos confiar en la industria alimentaria, digo, debemos confiar, no que debamos aceptarlo todo. Alimentos procesados los hay más saludable o menos saludables, más aconsejados o menos aconsejados para una persona en concreto, pero ello no los hace malos o buenos. Y para poder saber cuáles nos vienen bien o cuáles no lo hacen tanto, volvemos a uno de los caballos de batalla de este blog, volvemos a la Educación Nutricional. Volvemos a que como consumidores, tenemos que saber lo que comemos y por suerte, para ello, los alimentos que compramos debidamente envasados, nos dan toda esta información (o deben dárnosla). Ingredientes, lote, conservación, modo de empleo e información nutricional. Todos estos datos nos ayudarán a poder elegir con conocimiento. Un ejemplo: galletas, ¿buenas o malas? Son industriales!- Pues mira, a ver la composición de ingredientes y de nutrientes y oye, si tenemos celiaquía y las galletas son de cereales con gluten.. pueden ser veneno! Entonces.. ¿buenas o malas?. Pues bueno, depende. De lo que podamos/queramos comer, de lo que busquemos, de lo que estemos dispuestos a pagar.. de muchas cosas. O depende de si queremos y podemos hacerlas en casa y disfrutar de un nuevo producto. Pero tampoco digamos que nunca más a una galleta porque bien nos viene cuando nos apetecen unas migaditas.. y ahí están! o no?...
En talleres y cursos, cuando tratamos este tema surge la frase clave... ¡comemos nada más que......! refiriéndose a que no comemos cosas sanas al leer en ocasiones la lista de ingredientes de algunos alimentos. Y esto, NO es así, no tiene porqué ser así.
Los extremos son malos o peores y en la alimentación también los hay, pero yo soy más cabezota todavía y sigo diciendo que lo bueno es el equilibrio. Que digo yo, si la tecnología, la industria y los procesos han evolucionado de manera tal que podamos acceder a alimentos en casi cualquier época del año, que podamos conservarlos y comprarlos con antelación, que podamos consumir alimentos de fácil de preparación... digo yo, que algo bueno tendrá también esto de la industria alimentaria, ¿no?. Que nos está haciendo la vida más fácil oiga!
Así que os aconsejo dos cosas: primero, que no olvidemos lo que hemos aprendido, que en la tradición culinaria y gastronómica de los hogares está el verdadero tesoro de la salud. Y por otro lado, que aprendamos a entender lo que nos dicen esos que fabrican los alimentos que compramos, que no nos quieren engañar ni hacer enfermar, que solo quieren vender. Yo os ayudo en eso de entender, si queréis ;).
Salud!
Mucho mejor hacer una pausa y retomar un proyecto con energías renovadas que no llevarlo como nos gustaría.
ResponderEliminarLo digo por experiencia.
Gracias Mayte por tu comentario y efectivamente, las cosas o se hacen bien o mejor no hacerlas ;). Un saludo.
ResponderEliminarYo la verdada estoy algo enfdado con la industria alimentaria. Por las modificaciones geneticas sufro de intolerancias y el bebe que acabamos de tener pues tambien.
ResponderEliminarTengo que cultivar ahora una huertita. Mejor.
Muy buen blog.
Gracias.
Gracias por tu comentario y sin duda lo que dices representa algo que está creciendo en nuestro tiempo, el aumento de intolerancias alimentarias, así como el de alergias a alimentos van en aumento tanto en la población infantil como en la adulta.
EliminarYo no tengo evidencias científicas que demuestren que los alimentos son los únicos culpables y por ello no lo afirmo, aunque sí que creo que en general la dosis de productos químicos, de síntesis pueden ser causantes del incremento de este tipo de patologías. Pero no solo los presentes en los alimentos, también los hay en el ambiente, en la ropa, en los envases, en los productos de limpieza y cosmética... En fin, que estamos un poco invadidos.
Te animo para que las intolerancias no os dificulten mucho la vida. En cualquier caso, la opción de la huerta particular es una opción fantástica y te animo a hacerla.
Un saludo.